Matrescencia: El nacimiento de una madre

Matrescencia: El nacimiento de una madre

Recuerdo el momento en que tuve a mi bebé en brazos por primera vez. Había imaginado este instante tantas veces, pero nada de lo que había leído y escuchado me preparó para lo que sentí. Alegría, amor, miedo, incertidumbre… todo se mezclaba dentro de mí y no lo podía explicar. Algo dentro de mí estaba cambiando profundamente, pero nada de lo que me habían dicho se comparaba con lo que realmente estaba pasando internamente en mí.

Con el tiempo, descubrí que este proceso tenía un nombre: matrescencia. Así como la adolescencia marca la transición de la infancia a la adultez, la matrescencia es la transformación que vive una mujer al convertirse en madre. No solo cambia el cuerpo, sino también la identidad, la mente y las emociones.

Los cambios invisibles de la matrescencia

A menudo nos enfocamos en los cambios físicos del embarazo y el posparto, pero la transformación emocional y psicológica es igual de profunda. Algunas madres se sienten plenas y felices, mientras que otras experimentan ansiedad, tristeza o una sensación de pérdida de sí mismas. Todo esto es normal, pero generalmente por temor a ser juzgadas, pocas veces se habla de ello o se logra que alguien entienda.

Algunos de los cambios más comunes en la matrescencia incluyen:

  • Nueva identidad: Adaptarse al rol de madre puede generar una crisis de identidad, y puede durar años.
  • Cambios en la relación de pareja: La dinámica de la relación evoluciona con la llegada del bebé.
  • Carga mental y emocional: La responsabilidad de maternar puede sentirse abrumadora.
  • Reestructuración de prioridades: Muchas mujeres sienten que dejan de lado sus propios deseos y necesidades.

Terapia en la matrescencia

Así como el embarazo y el posparto requieren cuidados físicos, el proceso de convertirse en madre también necesita un acompañamiento emocional. La terapia puede ser un espacio seguro para:

  • Explorar tu nueva identidad sin juicio.
  • Aprender herramientas para gestionar el estrés y la ansiedad.
  • Fortalecer la confianza en ti misma como madre.
  • Mejorar la comunicación en la pareja y con la familia.

La matrescencia es un proceso complejo y hermoso, hablar sobre lo que sientes y recibir apoyo es un acto de autocuidado.

Desde la Terapia Centrada en Soluciones, trabajamos en identificar recursos personales y generar estrategias prácticas para afrontar los desafíos de la maternidad. Nos enfocamos en construir soluciones efectivas que te ayuden a vivir esta etapa con mayor seguridad y bienestar.

Si sientes que necesitas apoyo en este proceso, la terapia es el camino para reconectar contigo misma.

Lizette Pizano Moreno

Psicoterapeuta centrada en soluciones y perinatal