1. Atraes a los pacientes adecuados.
Cuando comunicas con precisión tu enfoque, estilo y especialidades, los pacientes pueden identificarse fácilmente contigo. Esto favorece que te contacten personas con quienes puedes hacer un verdadero “match terapéutico”.
Una propuesta de valor clara filtra, orienta y conecta.
2. Estructura tu consultorio virtual
Tu propuesta de valor puede guiar decisiones como:
- El tono de tu perfil profesional.
- Los servicios que ofreces (sesiones individuales, talleres, guías).
- La forma en que describes tus sesiones.
- Los contenidos que compartes en tu blog o redes.
Todo parte de esa base: ¿qué ofreces y a quién quieres llegar?
3. Te ayuda a destacar en un entorno digital saturado
En internet, los pacientes comparan perfiles antes de elegir. Tener una propuesta vaga como “Psicólogo con experiencia en ansiedad y estrés” no dice mucho.
En cambio, un mensaje como:
"Acompaño a mujeres que enfrentan cambios vitales importantes a recuperar claridad, fuerza interna y equilibrio emocional a través de la psicoterapia centrada en emociones"
sí genera impacto, claridad y recordación.
4. Aporta seguridad al paciente
Una persona que está por iniciar un proceso terapéutico necesita sentirse en buenas manos desde el principio. Al leer tu propuesta de valor, puede percibir que:
- Sabes lo que haces.
- Estás enfocado/a.
- Comprendes su problemática.
- Tienes un enfoque que se ajusta a su necesidad.
Eso disminuye la ansiedad del primer contacto y aumenta la probabilidad de agendamiento.