Introducción a la TBCS desde la práctica

Introducción a la TBCS desde la práctica A lo largo de tres sesiones de terapia, mi consultante, fue fortaleciendo gradualmente su mirada interior, una conexión más profunda consigo mismo, perspectiva que le permitió darse el cuidado personal que tanto anhelaba, luego de una ruptura amorosa tras 8 años de relación.A pesar de que solo hemos dedicado 10 minutos para conversar sobre su ruptura, con la TBCS como guía hemos establecido hacia donde deseaba llegar, con qué recursos ya contaba para lograrlo y hemos activado su creatividad que le permitió, a lo largo de las 3 semanas de proceso iniciar actividades nuevas o algunas planeadas con mucho tiempo pero no concretadas. En esta entrada quiero acompañarte a conocer este enfoque, que tanto personal como profesionalmente ha revolucionado mi manera de interactuar con los demás y hacer terapia.¿Qué permitió que luego de solo 3 sesiones hayamos conseguido lo que mi consultante deseaba? Voy a mencionarte, por ahora, solo 3 lineamientos de la TBCS que han guiado mi trabajo en este proceso terapéutico. El deseo del consultante vs. hablar del problema.Recursos que ya posee vs. psicoeducación.Devolver la agencia personal vs. decirle lo que debe hacer. 1. El deseo del consultante vs. hablar del problema. Hablar de la TBCS es, definitivamente, introducir un nuevo paradigma, una nueva perspectiva para hacer terapia, puesto que, haya donde se dice que explorar el problema y resolverlo es la solución, este enfoque nos anima a PROFUNDIZAR y DETALLAR, el deseo de mi consultante, dejando a un lado el conocimiento del problema. Quiere dejar la ruptura y el dolor producido por ella, entonces, ¿qué habrá en su lugar? En sesión nos interesamos plenamente por conocer cada detalle, cada momento, cada acción del día en que todo esté bien. ¿Qué va a ser diferente cuando el dolor ya no te acompañe? “Me veré cuidando de mí mismo, aprendiendo a estar solo y disfrutar de ello”. 2. Recursos que ya posee vs. psicoeducación. Las personas son expertas en su vida, poseen recursos y son capaces de resolver sus propios problemas. Los terapeutas deberíamos ser capaces, a través de las preguntas, de acceder a ese material imprescindible para la mejoría en terapia. Esta postura fue defendida por Milton Erickson, psicólogo y médico hipnoterapeuta. Su trabajo fue base e inspiración para D Shazer (creador de la terapia breve centrada en soluciones) al investigar qué produce el cambio en las personas. Más allá de compartir nuevas ideas o enseñar cómo deberían ser las cosas, primero necesitamos explorar el mundo de nuestro consultante, identificar cada habilidad que posee y que pueda estar al servicio de su mejoría, Erickson pensaba que la terapia debía ser ajustada para satisfacer los estilos y la idiosincrasia de cada cliente. 3. Devolver la agencia personal vs.decirle lo que debe hacer. Todo lo anterior, permite devolverle el control a nuestro consultante, si ellos, durante la conversación, no solo notan que tienen las herramientas para salir adelante, sino que muchas de ellas “ya las pusieron en práctica”, se sienten esperanzados de seguir adelante, les permite visualizar con claridad el camino hacia su mejoría y cómo conseguirlo. No voy a negar que hay otros procesos que requieren más tiempo y más desarrollo profesional para llevarlos adelante, pero incluso en esos momentos, mientras la TBCS sea la guía, podremos explorar y construir poco a poco lo que nuestro consultante desea conseguir.Gracias por leerme hasta aquí, espero que este primer acercamiento a la TBCS haya sido de su agrado y utilidad.Deseo que genere más preguntas que certezas; para mí, esa es una buena señal.  Atte.Lic. Maryori Marreros ChomboCel. 964624332 Maryori Marreros Suscriptor Otras publicaciones del autor

¿Qué necesito para conseguir lo que deseo mejorar?

¿Qué necesito para conseguir lo que deseo mejorar? Creo que en algún momento de nuestra vida hemos deseado cambiar algo de nosotros y nos ha costado mucho iniciar o mantener el cambio, sumado al ritmo de vida que tenemos y que nos deja poco margen de maniobra: el trabajo, la familia, las dificultades interpersonales nos dejan, muchas veces, con poco tiempo y energía para dedicarlo a cambiar o mejorar aquello que deseamos.Observando la experiencia obtenida en mis sesiones de terapia y también en mi propia experiencia, he identificado algunos puntos que sí son considerados desde el inicio, pueden ser de gran utilidad cuando uno desea cambiar un mal hábito, un comportamiento o conducta que no está siendo funcional en nuestra vida, es decir, que no suma a aquello que deseamos alcanzar. 1. Un sueño. ¿Qué deseas alcanzar? ¿Por qué es importante eso en tu vida?Si algo he visto que tiene un impacto positivo en cómo abordamos la vida es “soñar”.SOÑAR, para efectos de este texto, es: tener una imagen detallada, vívida y a colores de nuestro futuro deseado.Que si ese futuro es realista o fantasioso no es impedimento para que nos impulse.A veces son los sueños más locos lo que nos dan la energía y motivación para empezar a hacer en el presente.En un libro leí que: la zona de nuestro cerebro que se activa al anticipar y planificar las cosas es más grande que la zona que se activa cuando realmente lo conseguimos.Es decir, nos crea mayor satisfacción construir e imaginar el futuro que realmente conseguirlo.Así que, “sueña” detalladamente cómo será una vez que hayas conseguido el cambio. 2. Compañía. En un mundo donde hay un culto a la independencia y autosuficiencia, pensar en buscar aliados puede ser una señal de debilidad, se nos dice que debemos tener autocontrol y ser capaces de afrontar y conseguir solos (as) aquello que deseamos, sobre todo en el ámbito de mejoría personal.Considero que hay momentos en los cuales hay que hacer el viaje sola (o) y otros en los que necesitamos compañía. a) Guía:Si quieres cambiar un hábito, ¿Sabes cómo hacerlo o lo que necesitas?Posiblemente, necesites una guía para darte ideas de lo que debes hacer. (YouTube, redes sociales, psicoterapeuta, un curso, etc.) b) Comunidad:Rodearte de personas que pasan por lo mismo, escuchar sus experiencias y herramientas, puede hacer una gran diferencia, sobre todo cuando tienes dudas, cuando no sabes por donde seguir o cuando quieres darte por vencido(a).Los beneficios de una comunidad son muchos y ahora los hay, puede ser una comunidad activa, es decir, conversaciones en tiempo real, grupos de WhatsApp o Facebook o una comunidad pasiva como aquellos comentarios dejados en foros, en videos de YouTube, etc. 3. Tiempo determinado. Aunque todos deseamos que nuestro cambio se mantenga para siempre, es bueno iniciar con un tiempo definido.Por ejemplo, quieres implementar el hábito de la lectura.Ponte una fecha límite para empezar, puede ser 10 días.Si no delimitamos el tiempo, a mitad del camino perderemos perspectiva, dejar el hábito por un día o dos, no hará la diferencia si lo comparamos con los cientos de días que aún nos faltan por vivir, pero si pensamos que por ahora son solo 10 días, eso nos puede impulsar a completarlos. 4. Recompensas. Esta creo que es la parte más difícil de conseguir, desde mi punto de vista, si en el camino de implementar mejorías no hay un sistema que te permita una retroalimentación positiva, es posible que la motivación o el impulso se apague lentamente.Aquí podemos identificar 2 tipos de posibles recompensas: Interno y externo. Interno: Qué recompensas me doy yo cuando hago cosas bien. He escuchado que cuando uno hace bien, lejos de felicitarse, a veces tendemos a decir, porque celebrar algo que se supone debo hacer.Esta idea, que es entendible, puede convertir una mejoría en un deber y poco a poco deja de tener la intensión original.En otros casos, nuestras mejorías ni siquiera son notadas por nosotros mismo, pues estamos inmersos en mil cosas del día a día y no nos permitimos ni siquiera parar un momento y decir: ¡Oh, hoy día conseguí… felicidades!¿Qué pequeñas recompensas puedo obtener de mí misma (o) cuando consigo algo bueno? Externo: Muchos pueden pensar que esperar algún tipo de retroalimentación positiva de parte de otras personas, es una manera de buscar reconocimiento y ante esta idea, nos reusamos a escuchar lo que otras personas puedan decirnos.Considero que, más que buscar reconocimiento, en estas situaciones necesitamos de buenas conversaciones que no solo nos digan: ¡bravo! Lo hiciste bien, si no más bien que nos pregunten sobre cómo lo conseguimos, qué hicimos, qué diferencia hace eso en nuestra vida, necesitamos conversaciones que nos permitan volver a conectar con el sueño con el que empezamos (que lamentablemente con el paso de los días empieza a olvidarse).La importancia de tener buenas conversaciones se hace cada más necesario, vivimos en un mundo en el cual hablamos menos y miramos más, preguntamos menos y asumimos más, olvidando que en el intercambio de ideas y experiencias es donde nacen nuevas realidades, nuevos deseos, nueva motivación.Partiendo de esto último, te invito a conversar con alguien acerca de tus “sueños” acércate a personas o canales, que te ayuden a construir un plan para conseguirlo, rodéate de personas que hablen de lo mismo que tú y recompensa tus esfuerzos con pequeñas o grandes cosas según tus posibilidades.Pero sobre todo sé parte de buenas conversaciones que sigan impulsando tus deseos.Gracias por leer hasta aquí, este capítulo del boletín es particularmente muy personal y espero que pueda serte de gran utilidad. Atte.Lic. Maryori Marreros ChomboCel. 964624332 Maryori Marreros Suscriptor Otras publicaciones del autor